Gracias a la fundación Rey Ardid y al apoyo del Club de
Baloncesto de Calatayud, que nos han apoyado y enseñado a valorar a las
personas. El Club de Baloncesto de Calatayud nos enseñó a jugar a baloncesto y
a tener deportividad con los demás.
De esta experiencia lo que más me gustó fue poder aprender
que todas las personas somos humanas, y que podemos cumplir cualquier meta que
se nos proponga con un límite.
Eché de menos a los compañeros que faltaron.
Gracias a los cuatro jugadores de Zaragoza que nos apoyaron
para brillar en este campeonato, fue una experiencia muy buena. Aunque a veces
parezca que nos hacemos los duros, cuando nos dijeron la clasificación me
emocioné mucho.
Todos íbamos con la misma equipación, esto nos hizo
motivarnos más tanto a jugadores, a nuestro entrenador y monitoras.
Nos gustaría poder hacer muy pronto un torneo en Calatayud,
todos éramos una familia de campeones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario