"Tengo el estómago hinchado, no significa que esté gordo. Siempre tengo frío y no puedo jugar con mis amigos ya que no tengo fuerzas. Me arrincono en un lado de lo que se podía decir que es mi casa. Quiero jugar con mi peluche pero no tengo fuerzas para cogerlo, y todas las moscas que existen vienen a mi encuentro. Siento náuseas, mareos,... Viene un hombre vestido de rojo con una cruz blanca, me pincha con una aguja, me hace mucho daño, dice que es para ponerme mejor. Me elevo y veo mi cuerpo con los ojos cerrados a mi madre al lado mio llorando, pero ahora tengo fuerza, energía no tengo ningún dolor. Las moscas han desaparecido."
Texto por Pedro G.
Este relato no está basado en un pueblo de África sino aquí en España. No nos damos cuenta de que hay gente pasando hambre en un país denominado del primer mundo y siempre lo pagan los más débiles, los niños. Hay que recordar que hay organizaciones que recogen alimentos y ropa para dárselo a los que no tienen nada que meterse a la boca, y mucho menos ropa para vestirse.
En la mayoría de los supermercados han puesto un cajón para que los usuarios aporten algún artículo alimenticio para la gente necesitada. No tenemos obligación de ayudar, pero cuando depositas algún producto te sube la autoestima y te sientes solidario con los demás, ya que hoy en día nos podría tocar a cualquiera pasar por una situación parecida.Post by Pedro G.
A veces pasamos demasiado tiempo mirándonos el ombligo, y eso no nos deja ver más allá. Mejor levantar la cabeza un poquito y tender una mano. Muy bonito, Pedro. Enhorabuena
ResponderEliminarPuede que el artículo sea bonito, pero lo más precioso y valioso es que nos demos cuenta de las personas que están necesitadas de ayuda y ayudarles en todo lo que podamos, sobre todo los Gobiernos que no quieren ver lo que sucede en su país, la solidaridad de las personas y Fundaciones sin ánimo de lucro es fundamental. Reflexionar que algún día nos puede pasar a nosotros y nos gustaría que nos ayudasen.
EliminarEstamos ciegos de egoismo y embidia y no vemos masa alla de nuestras narices.Vivimos en una sociedad que se caracteriza por el individualismo y la lucha sin cuartel.Gracias que aun quedan organismos como caritas que ayudan a paliar los efectos colaterales de este modelo de sociedad por que sino esto seria una merienda de negros.
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