Los martes por la tarde la cocina se convierte en una pastelería, con un olor de lo más sugerente. Los participantes aprendemos a realizar postres riquísimos, trabajando en equipo. Después nos comemos lo que hemos hecho: bizcochos, helados, cremas, fondue de chocolate,...
El miércoles es día de atrevernos con un plato contundente que lleva todo lo necesario para una buena alimentación. Lo primero que hacemos es repartir las tareas: la compra con la lista de productos para evitar compras compulsivas, preparar los utensilios de cocina, y leer la receta.
Con las manos bien limpias cerramos las puertas de la cocina para que no salga el olor y encendemos la campana extractora. Un grupo se dedica a cortar, pelar, empanar, siempre con la mirada del monitor que nos enseña cómo hacerlo para evitar disgustos. Después a cocinar. Es genial ver las caras de satisfacción mientras se hace la comida. Mientras a otro grupo le toca limpiar los utensilios utilizados.
Y por fin llega lo mejor: colocar la mesa y disfrutar de una excelente comida. ¡Salud y buen provecho!
Algunos todavía creen que las personas con enfermedad mental no podemos realizar ningún trabajo y que siempre estamos en nuestro mundo. Pues bien, a esas personas les quiero decir que podemos igual que cualquiera.
Post by Pedro G.
Muy buenas compañe@s!!! no sabeis la envidia que me daís, lo que me acuerdo de tod@s y de ese toque especial que teneis para la cocina (también me acuerdo de todas esas comidas y postres que hemos compartido) .
ResponderEliminarSeguid currando con esa voluntad que os caracteriza.
Un beso muy fuerte desde Ecuador y nos vemos pronto.
Alberto
¡Alberto! Qué alegría leerte. Esperamos que todo te vaya muy bien por allá, y ¡mucha suerte!
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